miércoles, 23 de diciembre de 2009

Palabras de Tolkien

Frodo: No puedo hacerlo, Sam.
Sam: Lo sé. Está todo mal. Para empezar, ni siquiera deberíamos estar aquí. Pero estamos. Es como en las grandes historias, señor Frodo. Las que realmente importan. Estaban llenas de oscuridad y peligro, y a veces no querías saber el final, porque ¿cómo podía tener un final feliz? ¿Cómo podía el mundo volver a ser lo que era cuando ha pasado por tanta maldad? Pero, al final, esta sombra es sólo pasajera. Incluso la oscuridad se acaba. Un nuevo día vendrá. Y cuando el sol brille, brillará con toda su intensidad.
Esas son las historias que se quedan contigo, que significan algo, aún cuando eres demasiado pequeño para entender por qué. Pero pienso, señor Frodo, que ahora lo sé. Los personajes de esas historias tuvieron muchas chances de volverse atrás, sólo que no lo hicieron. Ellos continuaron. Porque se estaban aferrando a algo.
Frodo: ¿A qué nos estamos aferrando, Sam?
Sam: A que hay bien en este mundo, señor Frodo, y vale la pena luchar por él.

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