martes, 22 de diciembre de 2009

Steigende Sonne... (Rising Sun)


Generalmente no era facil ver ese momento, pero si se ponia atencion, podia observarse ese traslucir, ese asomar a las puntas de las pesatañas. Sutilmente su presencia se evidencio, inundando toda la casa. Por debajo del sombrero desfilaban, calmos y en orden, una sucesion de huracanes.
El cielorraso desvaido dejo caer un suspiro en su espalda, los desfachatados marcos y esquineros ruborizaron sus duras aristas, y las tomas de luz no fingieron esta vez su sonrisa. Las canaletas faldearon juguetonamente sus hojas secas y su pintura saltada. Si se seguia la linea de las baldozas, las cortinas blancas desfilaban un sol potente y, de algun modo, renovador. Las hormigas del patio movieron en un mismo gesto sus antenas, saludandolo diminutamente en su mañanera existencia laboriosa.
El sonrio con una mirada calida e intensa, sabiendo que todo cuanto podia decir estaria de mas. Debajo del ala de su sombrero se agitaban las fusas, los trazos, un cantar, un eterno meditar hacia el interior del ser. Debajo del ala del sombrero, estaba la brillante negrura de sus ojos.
Dejo que el sobretodo cayera por una pierna, descubriendola, dejandola en su pantalona desnudez.
Se dejo adivinar y un murmullo tibio salio de los labios siempre cerrados.
El jazmin cansado de florear se arrojo por los aires regalandole su aliento fresco y los gorriones miraban acurrucados entre la enredadera.
Entonces dejo salir de si sus esporas de corcheas estiradas, de tresillos imposibles, de dibujos con tanto gusto a noche magica de verano, sus esporas llenas de todo el palpitar que sus manos esconden. Alcanzo ese ingravitar, llego a desarmarse en el aire que perfuma el jazmin, se deshizo en la corriente de aire que se agita entre las antenas de las hormigas, entre la enrededera, por entre las canaletas. Se quemo en la luz del sol que quemaba el blanco de las cortinas, y simplemente se dejo llevar por el viento, guiandose por el olor a sal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario