sábado, 21 de noviembre de 2009

El favor de Pan

(Leelo escuchando "El Favor de Pan" de Hermástico. Es el primer tema del tracklist)


"Llegado al escondrijo de Pilos donde piensa encerrar a los animales, degüella un par de ellos y ofrece un sacrificio a cada uno de los dioses, sin olvidar ni siquiera al mismo Apolo. Inventivo e inquieto, toma los intestinos de aquellos animales y trenza con ellos unas cuerdas que ata a unas maderas curvas que dispone sobre la concha de una tortuga. De esta forma idea por primera vez la lira. Con ella se dedica a cantar y a tocar de forma tan melodiosa y bella que nadie podía igualarlo."


-Oh, querido Pan, te pido tengas la buena voluntad de llevar hasta mi ninfa lo que no puedo llevar esta vez.

-Me extraña que no puedas llevar un mensaje, Hermes. Lejos de todo cuanto se pueda sospechar de tu persona, me pides que haga algo que tu haces, en realidad, con mas gracia, velocidad y practica de lo que mis vientos pueden lograr.

-Es que esta vez, querido hijo, mis pies estan atados por una fuerza que me domina.

-Ni la furia de tu hermano logro dominarte, y lograste el perdon de tu padre tan airosamente. Sabras perdonar mi curiosidad al preguntar que fuerza ordinaria puede atar las alas de tus pies.

-Es una de las grandes ironias, Pan. Es una de las situaciones de las cuales algo, seguramente, debo aprender. Pero hasta que no llegue a mi comprender y la hora en la que pueda envolverme en los gélidos capullos de sal que adornan y marcan su existir, te pido que alivies la carga de mi corazon enviando un tímido halo de mi presencia.

-Timido, padre? Timido?!

-Si, Pan, timido.

-Padre, tienes un mundo lleno de mortales que doblegar con el encanto de tus musicas, de tus habilidades, de tu agil y gracil palabra. Puedes con tus talentos conseguir cuanto quieras. Sigo sin entender por que elijes obsesionarte con esa ninfa. Y mucho menos entiendo porque no puedes llevar tu mismo el mensaje.

-Es porque no todos los momentos son buenos, hijo. Tu, en tu desenfrenada pulsion salvaje y sexual, no logras entender. Y para ti no es mas que una ninfa mas entre todas las otras. Pero es porque no logras ver lo que se esconde.

-Oh, si, padre, es sin dudas una hermosa ninfa. Puedo ver claramente la razon de tu congoja.

-Ah, si? Y que ves, Pan?

-Veo su espalda delicada y femina, que tantas veces ha dejado sin aliento a los hombres. Veo su mirada cambiante en la luz como un regalo de Zeus, destinado a hechizar las voluntades. Comparte el secreto de su belleza con la misma Afrodita, que corona con el perfume de la espuma de la que ella misma emerge, cada rincon de su cuerpo. Y le devuelve a Helios sus rayos con la misma fuerza, solo que con una magnificencia que este no puede lograr. He visto a mi tio detenerse en ella para adornar especialmente el reflejo de la sonrisa que deja escapar cuando nadie la ve. Y parecen obra del mismo Apolo sus piernas, ya que la linea que las definen y como atrapan estas la luz son algo tan equilibrado y magnifico que es dificil pensar que pueden haber sido creadas por otras manos.
La frescura humeda de su pecho es tan altiva como delicada, y tiene la gentileza de no desproporcionar su gesto ni deformar su expresion. Sus cabellos caen como un firme rocio dorado y oscuro sobre un cuello tierno y gélido que debate la mirada entre su delicada presencia y la firme conviccion que la carne despierta en mi, como bien sabes, padre.
Acaso en el Olimpo mismo logre un segundo de atencion, y sea, tal vez, digna del favor de Zeus y su mencion.

-No me decepcionas, hijo. Comprendo que ves lo que tu naturaleza te permite. Pero las sutilezas que no ves son las que me obsesionan. Lejos de todo cuanto dijiste, su ser va mas alla de lo que puedes desear, Pan.
Esa mirada de luz cambiante, que tanto ponderas y atribuyes a un favor de mi padre, es solo la cascara de algo aun mas elevado. Su mirar. El modo en que ella ve es lo que me hechiza. El modo de entender los corazones y las voluntades de los mortales es tan singular y unico. Como una plegaria a Atenea, intenta atrapar la sabiduria de los momentos, intenta encontrar la belleza de la existencia en las sutilezas que escapan a una mirada torpe y desencajada, entendiendo que es el resultado de una inmensa Verdad imperecedera y atemporal. Se inclina al conocimiento con la sed de un infante, pero sagaz y criteriosa como un intelecto advocado al sofismo metodico.
Esconde en su mas intima esencia la nostalgia magica de las olas que se esfuman en tus vientos al impactar contra la arena, abrazandome con su recuerdo en cada nueva marea que en mi corazon se agita. Como si Poseidon no tuviera piedad de mi. Asi se manifiesta ella en mi interior.
Si su sonrisa bastara para todos como basta para mi, no haria falta mi cadúceo, ya que no habria conflictos que resolver. Mi padre tendria que darme otras menciones y menesteres de los cuales ocuparme para evitar que yo mortifique a los mortales con mis jugarretas y entretenciones.
No son sus piernas, es su movimiento. Su torpe y mortal caminar conduciendola tiernamente por la urbe. Es como dirije sus pasos hacia lo que cree es genuino y real. La primera vez que mis sandalias toparon con la punta de sus pies mis alas dejaron de batirse por un segundo. Detuve mi marcha porque senti invadido mi petaseo con su mirada. Senti que no podia hacer otra cosa mas que fascinarme al descubrir tantas maravillas encerradas en una melodia que mi siringa era incapaz de reproducir. Y una vez envuelto del sopor hipnotizante de su espuma descubri la fuente de la que emana tal musica. Y quede atonito. Podria tocar mis melodias hasta que mis dedos sangren con tal de acercarme a ella. Pero estos son secretos friamente guardados en su mas preciado claustro, y si bien por un instante logre sentirla, debo respetar su naturaleza misteriosa y magica y aceptar que podre acceder a ella solo mediante su favor. Ya que podria perderse para siempre y es, para mi, el tesoro mas preciado que he tenido la gracia de ver. Mas aun que todas las joyas e invaluables fortunas que me fueron destinadas en el agujero de conejo en el que llegue al mundo.
En su pecho habita una caricia robada que deje en un instante en que logre descuidarla con mis ingeniosos encantos (Si, Pan, debo admitir que los utilice con ella tambien). Y mientras lo recorria colmado de emocion entendi que la sal que encierra en su piel es producto de la vida que encarno.
Los cabellos que tanto te agradan, querido hijo, envuelven la morada de una Conciencia que crece dia a dia. Y es su cuello el campo de batalla donde se baten a muerte el fuego que Hestia maneja y la Sabiduria que Atenea teje. En su cuello se halla esa casi imperceptible y abismal diferencia que la separa del resto de las ninfas, titanes, dioses y demas criaturas que pasean bajo la bendicion de Helios. Y al besarlo, hijo mio, senti  una puja enorme entre el tipo de sentimientos que en ti habitan y las Verdades mas elevadas del mundo. Y como soy tu padre e hijo de Zeus al mismo tiempo, me encontre en una maravillosa situacion nunca antes experimentada. Mi corazon se conmovio por entero.
No hubo espacios para la vulgaridad con que sueles poseer y espiar a los objetos de tu acecho, hijo (y te recuerdo que no hace falta ser tan desenfrenado como el hijo de Sémele). Tampoco tuve la certeza de sentirme atraido solo por su conciente ser. Fue una expresion maxima de mi interna y divina naturaleza.
Fue conquistar por primera vez la entrada al inframundo nuevamente. Esa sensacion de estar burlando a Ades al sentir el contacto de sus cuerpo. Poseerla por un instante fue de una hermosura indescriptible en palabras, cierto es. Pero la magnificencia de ese momento escapa a tu entender, hijo. Solo cuando puedas ir mas alla de tus patas de cabra entenderas como la inmortal y diniva Naturaleza del infinito se puso de manifiesto. Y por un segundo, hijo, llegamos ella y yo a dominios que ningun miembro de nuestra apestosa familia, mas alla del poderio de los titanes y gigantes. Plasmamos nuestra Voluntad en las profundidaes insondables de los origenes del universo. Llegamos a la nada misma y creamos un mundo que ni mi padre, ni Gea, ni siquiera Urano pueden intentar adivinar.


Ja, el Olimpo, hijo?-Dijo Hermes mirando de lejos el Panteon.-No, no metas a ese cerro lleno de traiciones y sentimientos bajos en todo esto. Solo hazle este favor a tu padre y lleva en tus vientos el halo de mi presencia para que asi pueda habitar en ella de modo alguno hasta mi llegada. Tu, que con tanta astucia manejas el viento durante el crepusculo del dia y la noche, lleva mis reminicencias, para que nunca olvide, a causa del burdo miserable y vulgar mundo en el que esta envuelta, aquel mistico y trascendental momento.

Y Pan, al filo del amanecer, soplo con su Siringa una melodia que atraveso estepas y llanuras, y verdes campos en los que el ganado de su tio pastaba bajo la bendicion de Helios y Afrodita.

Y la ninfa...

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